Para mí, el Tantra es la alquimia de conectar con tu energía infinita. No veo el Tantra como algo que se reduce a la sexualidad, sino como un camino sagrado para desplegar lo que somos, lo que enciende el disfrute de la vida, lo que muestra la misión poderosa, única y personal de esta vida. Me gustaría contarte la historia de mi vida, en la que puede que te encuentres en determinadas situaciones.
Mi camino hasta ahora ha estado lleno de decisiones intuitivas, saliendo de una sociedad que estaba fuertemente estructurada en torno al pensamiento y la acción colectivos, hacia comunidades y lugares que han estado basados colectiva y sobre todo comunitariamente durante miles de años en un contexto completamente diferente. En un sentido transversal, fue un viaje hacia el yo, en el que a menudo me enfrenté a decisiones como: ¿Debo hacer esto? Y al final siempre seguí mi voz interior, sobre todo porque sabía que de lo contrario me deprimiría, más que por una fuerza innata o un heroísmo especiales.
Aunque dudé, estas decisiones me llevaron a lugares tan maravillosos y me conectaron con gente tan estupenda que me propuse el objetivo de ayudar a más personas, especialmente a las madres, a tomar las únicas decisiones correctas para ellas y a encontrar su camino, a soñar, a formular, a sentir, a llevarlo a cabo y a recorrerlo. Siento que este sitio es como un sofá de amigos, un espacio virtual donde calentamos nuestros corazones y donde realmente empezamos a sentir. Es un lugar que fue creado para reconocernos, para entendernos desde la inocencia, para ver nuestras heridas, grandes y pequeñas, y en todo esto-nosotros, como seres en construcción, en constante iniciación.
Este espacio es un caldero de brujas que reúne muchas medicinas sutiles, naturales y tradicionales para reprocesar y expandir el deseo de volver a vivir la propia vida. Aquí se cuecen a fuego lento no sólo ingredientes de la sanación natural, holística y tántrica, sino también de la educación consciente, alternativa y activa, para que esta receta pueda hacernos su propia magia. La educación es un proceso que dura toda la vida y que comienza en la primera infancia. Nos forma y es el aspecto sociocultural de nuestro niño interior. Por eso es importante para mí encontrar nuevas formas en las que seamos más juguetones, tolerantes, abiertos y sabios con nosotros mismos, y así crear nuevas oportunidades para experimentar la vida desde nosotros mismos en nuestras familias y comunidades, que también contribuyan a una sociedad en evolución y más amorosa.
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